Doctor Who, además de longeva, es una serie por demás sui géneris, repleta de personajes que van desde lo siniestro hasta lo peculiarmente sensual, sin dejar de lado a aquellos que resulta complicado incluir en alguna categoría concisa. Justo en este último grupo se encuentra el equipo (o pandilla, dependiendo de la traducción) de Paternóster, nombre de la calle en la que viven, formada por lady Vastra, una siluriana (raza prehumana de serpientes antropomórficas para los no entendidos); Jenny Flint, una humana nada típica del Londres decimonónico y Strax, un sontaran que compagina, con grandes momentos de buen humor, las profesiones de guerrero, enfermero y mayordomo.
La primera vez que tenemos noticias de este singular trío es en el capítulo Un buen hombre va a la guerra, en el que la onceava reencarnación del Doctor (interpretada por Matt Smith), solicita su ayuda, y la de otros aliados más, para rescatar a Amy Pond del centro de una conspiración que daría al Doctor y sus amigos varios quebraderos de cabeza.
El origen del equipo de Paternóster se remonta a una fecha anterior a 1888, cuando Vastra fue despertada de manera accidental por unos trabajadores durante las obras de construcción del Metro de Londres. El primer encuentro entre la siluriana y los seres humanos fue amargo, pues, cegada por la confusión y la ira, ella acabó con la vida de algunos de esos trabajadores. Por fortuna, el Doctor se presentó en el momento oportuno y, tras hacer lo suyo, consiguió que Vastra se adaptara a su nuevo mundo, llegando incluso a tomar un rol productivo en él como una especie de detective consultora a quien Scotland Yard no dudaba recurrir en caso de necesidad.
No mucho después de eso, y de nueva cuenta gracias a la intervención del loco de la cabina, Vastra tomó bajo su custodia a Jenny Flint, una bella e inquieta joven que fue rechazada por su familia debido a sus inclinaciones sexuales y que de buen agrado aceptó ser su doncella y posteriormente, en un interesante giro argumental, su esposa.
De esta primera etapa del entonces dúo sabemos muy poco. Siendo lo más memorable el que Vastra fuera la responsable de ponerle fin al reinado de terror de Jack the Ripper, devorándolo.
Por otra parte, a Strax lo conocemos en medio de una guerra sirviendo como enfermero, una penitencia impuesta por el Doctor. Un castigo inusitadamente cruel de acuerdo al propio Strax como el orgulloso miembro de la raza guerrera a la cual pertenece.
Como ya ha mencionado líneas más arriba, nuestros personajes, junto con muchos otros más, se dieron cita en la estación espacial Demons Run, para colaborar en una de las más intrépidas y ambiciosas estrategias del Doctor. En un inesperado revés, Vastra, Jenny y Strax ayudarían en la última línea de defensa para evitar que Amy Pond y su hija recién nacida sufrieran un destino temible.
Las consecuencias de la batalla de Demons Run fueron diversas, como el que un agónico Strax fuera de algún modo sanado por Vastra y llevado a su hogar para, una vez repuesto de sus heridas, entrar a su servicio como mayordomo y guardaespaldas, dando así forma final al singular trío.
Desde entonces, la Pandilla del Paternóster se convirtió en la fuerza de respuesta de élite ante las amenazas inusuales a las que el Londres victoriano podría verse amenazado, y que en el universo de Doctor Who abundan bastante. Su última aparición en la pantalla fue en el primer capítulo de la octava temporada, donde son llamados por Scotland Yard a resolver un incidente que involucró a un colosal tiranosaurio rex, la inesperada combustiones espontáneas de varios ciudadanos londinenses, un peculiar restaurant y la doceava regeneración del Doctor.
Si bien es bastante poco lo que hemos tenido oportunidad de ver de estos personajes, sus breves incursiones han bastado para capturar la imaginación de muchos aficionados, para quienes el singular trío merece mucha más amplitud y profundidad en las aventuras del gallifreyano. Y la razón es sencilla, en un mundo plagado de personajes interesantes, los Paternóster brillan con luz propia, tanto por el contexto en el que se encuentran, el cual no podría resultarles menos extraño, como por las siempre jocosas intervenciones de Strax y los intercambios entre Jenny y Vastra quienes, no lo olvidemos, son un muy unido y feliz matrimonio interespecie.
Este singular trío ha sabido conquistar al público, y no pocos piden una serie paralela para contar sus aventuras. Por desgracia, y aunque el mismo Matt Smith se ha unido a esa iniciativa, nada parece moverse en esa dirección, por lo que los aficionados de los Paternóster tendrán que conformarse por el momento con una novela titulada Silhouette, sin traducir obviamente.
Lo que es una verdadera lástima, pues esta agencia de detectives victorianos tiene un enorme potencial que explotar, aun sin tener que beber del imaginario del Doctor, una veta que tanto pasticheros como mitógrafos creativos bien podrían explorar.
Comments