Recupero una entrevista realizada hace algunos años al talentoso autor mexicano Jesús Montalvo
Bien Jesús, por qué no comenzamos con lo básico, para quienes no tengan aún el placer de conocerte, dinos, por favor, ¿quién es Jesús Montalvo?
JM: Jesús Montalvo nació en Tijuana. Actualmente es un tipo predecible, de rutinas casi cronometradas, que escribe como mínimo siete horas diarias y no puede vivir sin leer. Procura desplazarse a pie, en un radio geográfico muy reducido de Hermosillo, Sonora, ciudad que habita desde hace casi dos años. Fuera de eso, poco o nada interesante puede decirse de él.
Cuéntanos desde cuándo decidiste entrar al mundo de las letras y si es que algo o alguien te impulsó a ello.
JM: En realidad no me di cuenta cuándo comenzó. El día en que nací, mi hermano mayor ya me estaba esperando con un centenar de cómics. Prácticamente aprendí a leer, a escribir y sobre todo a imaginar gracias a los cómics. Jugando, escribía e ilustraba (de forma horrible) mis propias historias de The Fantastic Four, por ejemplo. En cambio sí recuerdo cuál fue el primer libro que compré con mi propio dinero; tenía doce años cuando en una librería de viejo se me metió en las retinas una portada de Sci-Fi: era Sueños de Robot, de Asimov. De inmediato, por afinidades, coincidencias, analogías, aparecieron otros, Jack Vance, Lovecraft, Silverberg, mucha literatura pulp. Después llegaron Reinaldo Arenas, Juan Carlos Onetti, José Revueltas, no en ese orden precisamente, y siempre consumiendo cómics. Lo que quiero decir es que, desde aquel día que elegí el libro de Asimov, mis pequeñas historias dejaron de tener ilustraciones, concentrándose sólo en las palabras, y lo que hago en el presente es disfrutar el viaje, la extensión de la infancia, procurando divertirme dentro de lo posible.
Sabemos que has tenido oportunidad de publicar tanto en México como en España, ¿serías tan amable de compartirnos tu experiencia con el mundo editorial?
JM: Tanto en México como en España, mi gratitud es inabarcable. Por los dos lados se ha tratado de editoriales independientes, con personas que respeto y admiro por su oficio y calidez. Hace dos meses, en Tijuana, se publicó mi libro de cuentos El blues de San Vicente bajo el sello Monomitos, del editor y escritor Néstor Robles. Y a principios de año, la editorial española Pulpture publicó mi novela 1938 (dieselpunk) en un flip-book que comparte con Furia desatada en Mundo Guerra (Sword and Planet), una novela genial de Julio Martín Freixa. Jorge Plana y Cristina Miguel, editores de Pulpture, son un verdadero par de profesionales. Tienen que ver la nutrida colección de Pulpture para que sepan a lo que me refiero. En general, es gratificante que alguien apueste por tu trabajo.
¿Qué géneros literarios son los que trabajas, cuál es la razón de ello y en cuál te gustaría llegar a incursionar si se te da la oportunidad?
JM: Aunque me he metido en varias cosas, me limitaré al trabajo publicado más reciente, esto es Sci-Fi y Horror. Las razones de escribir esos dos géneros se deben al inmenso abanico de posibilidades que presentan, incluso las permutaciones que se descubren al unir, por decir algo, el Horror y el Western, o la Sci-Fi y el Horror, o los tres al mismo tiempo. Y respecto en qué me gustaría incursionar si tuviera la oportunidad, o mejor dicho el valor, sería escribir una novela infantil o juvenil, por el reto que implican. Leo el Un Lun Dun de China Mieville, o El galáctico, pirático y alienígena viaje de mi padre, de Neil Gaiman, y mi respeto hacia lo infantil y juvenil aumenta.
¿Cuál es tu opinión sobre el panorama literario nacional, en específico para alguien que escribe en esos géneros?
JM: En cuanto al mundo de las grandes editoriales, está de sobra decir que éste no tiene interés por los llamados “subgéneros”, a menos que los títulos vengan previamente garantizados como Bestseller anglosajón. Pero ya estamos grandecitos como para andar lamentándonos por ser las ovejas negras y ser ignorados por la crítica literaria “seria”. Escritores nacionales de género hay muchos y muy buenos que han aportado cosas interesantísimas en Sci-Fi u Horror o Fantástico. Está Bernardo Fernández Bef, Libia Brenda Castro, Gerardo Horacio Porcayo, Bernardo Esquinca, Alejandro Morales Mariaca, Paulo César Ramírez, Miguel Antonio Lupián Soto, Leda Rendón, Pepe Rojo, Alberto Chimal (que me recuerda mucho a Mario Levrero), y el portentoso y ya de culto Emiliano González. También Rafael Bernal, con la obra Su nombre era Muerte, deja una importante marca en el Terror mexicano. En realidad se me escapan demasiados, me llevaría un día entero el hablar de cada uno. Lectores hay más, aunque no lo parezca, gente buscando historias nuevas, gente que se ha dado cuenta que no todo se trata del soporífero Boom Latinoamericano.
¿Qué consejos podrías compartirles a quienes tienen los deseos de entrarle a las letras, ya sea como escritor o lector, pero que no terminan de decidirse?
JM: Para los posibles lectores no tengo un consejo preciso. Como posibles lectores sólo veo a los niños, partiendo desde nosotros, enseñándoles que no todo es televisión. Con los adultos es difícil, cada quien está lleno de sus prioridades, saturados de datos inútiles que brindan los medios (nunca confundir información con cultura, por favor). A final de cuentas a muchos simplemente no les atrae la literatura, y debemos respetar eso. Hay gente que come carne y hay veganos, cuestión de gustos. Sin embargo, para los lectores que pretenden acercarse al oficio de escribir, deben saber que independientemente de las técnicas y las formas, todo se reduce a lo que ya han dicho tantos: escribir mucho y leer mucho. Sí, hay que ver el mundo, desde luego, poner la vista alrededor, pero nada de tus experiencias o ideas tomarán cuerpo si no lees, si no escribes religiosamente. Existen personas que escriben sólo para ellos mismos, o como pasatiempo, y eso está bien, es un ejercicio muy saludable. Pero si de verdad quieren escribir profesionalmente, entonces apuéstenlo todo, asuman la responsabilidad. La literatura, como cualquier oficio o arte (llámenlo como gusten), exige un compromiso serio. Lo excitante es que no hay garantías, no se nos presenta un caminito amarillo de Oz directo a lo seguro; la dedicación, la vocación férrea, constante, será lo único que te hará salir avante. En lo personal, nada se compara con la satisfacción de escribir diariamente.
¿Podrías adelantarnos algo sobre tus próximos proyectos?
JM: Tengo varios trabajos entregados en distintas partes, esperando respuesta o fecha de publicación. Aunque, como más inmediato, hay dos proyectos que me estimulan fuerte: antes de terminar éste año quisiera ver publicada una novelette de tinte Steampunk que tengo guardada desde hace rato. El otro proyecto es una novela a cuatro manos que estoy escribiendo con Norberto Flores, un escritor de Guadalajara radicado en Tamaulipas.
Para terminar, ¿hay algo más que gustes compartir con nosotros?
JM: Además de agradecerles la entrevista, quiero pedir a la gente que lea de toda la literatura posible, no sólo subgéneros. Es necesario desprenderse de los prejuicios literarios. La diversidad de lecturas otorga una visión más amplia del mundo, y eso, a la hora de escribir, es una gran ventaja.
Te agradecemos muchísimo tu tiempo y disposición para esta entrevista, Jesús. Deseamos que tus proyectos sigan adelante y todos ellos sigan llegando a buen puerto.
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