top of page
Foto del escritorAlejandro Morales Mariaca

Lo que pienso de True Detective [Temporada 1]

Actualizado: 5 mar 2021


¿Qué se necesita para quebrar a un hombre? Esta es una pregunta que en los últimos años me he planteado en repetidas ocasiones, sin poder llegar a resolverla satisfactoriamente del todo. En la serie televisiva True Detective, entre otras muchas cosas, di con una muy interesante respuesta a la interrogante. Sólo que para llegar a ella, como en toda buena historia de detectives, primero hay que seguir las claves que, irremediablemente, nos conducen a la verdad.


True Detective tiene todo lo que me gusta en una serie: buenos personajes, buena historia, buena narrativa y, lo más importante del todo, la capacidad de hacer que el espectador se pregunte continuamente ¿pero qué demonios está ocurriendo aquí? Y lo hace de un modo inteligente, sin más pretensiones que las estrictamente necesarias para poder contarse a sí misma.


Todo el mundo miente

Citando otra gran serie: “todo el mundo miente”. Uno de los factores más interesantes de True Detective es que sus protagonistas siempre mienten, le mienten a sus interrogadores, le mienten a sus familiares y amigos, se mienten entre ellos, les mienten a los espectadores y se mienten a sí mismos. Esta manipulación de la “verdad” provoca que al final el espectador sea el último en enterarse de los acontecimientos, siendo al mismo tiempo incapaz de discernir el panorama completo por la enrevesada madeja de versiones de la historia.

Los detectives mienten porque son humanos (demasiado humanos, diría Nietzsche, a quien volveré más adelante), y fieles a su naturaleza inherente viven en conflicto ante el mundo, los otros y sí mismos. Bastante lejos queda la afable relación entre investigadores como en el caso de Holmes y Watson, pues aunque entre los detectives Hart y Cohle hay un árido respeto mutuo, su relación no carece de fricciones y problemas que tienen un fuerte impacto tanto en su vida profesional como personal.


Por supuesto, todo este conflicto no es gratuito. Los creadores de la serie han dotado a sus protagonistas de personalidades muy contrastantes, pues mientras uno descubre y refuerza su humanidad en el contacto con su familia y amantes, el otro lo hace en la soledad de sus reflexiones nihilistas acerca del mundo y el hombre. De este modo, de forma paralela al argumento principal, nos encontramos con la subtrama de la vida de cada detective y su interrelación. Y aunque en un principio eso podría significar un lastre para la historia principal, en realidad se convierte en un muy atinado extra que la da una dimensión más profunda y basta a la historia.


Los maestros del horror: Bierce, Chambers, Machen y Lovecraft

Ya desde muy temprano en la serie, los guionistas de True Detective nos sueltan dos bombazos que los conocedores de la obra del maestro de Providence reconocen al instante: Carcosa y el Rey Amarillo (o Rey de Amarillo o Rey en Amarillo, dependiendo de la traducción). En el caso de la primera, Carcosa hace referencia a una ciudad ubicada cerca del lago Hali, cuyo origen se remonta al escritor Amobrose Bierce, autor de "Un Habitante de Carcosa" (1891). Un relato romántico de fantasmas o de horror ontológico con el que da inicio el Ciclo de Hastur, en el que Carcosa ya no es una idílica polis humana, sino la morada del temible Rey de Amarillo.


El caso del Rey de Amarillo es un poco más complejo, pues éste surge originalmente como un texto maldito, una obra de teatro en específico, que trae la locura y la perdición de cualquiera que la lee o representa. Este texto, antecedente del famoso Necronomicón, y creación del escritor Robert W. Chambers,versa sobre las intrigas palaciegas de la realeza de la ciudad de Hastur (o en la ciudad de Yhtill, según otra versión), y de la repentina aparición de un sujeto enmascarado que porta el Signo Amarillo, otro elemento muy significativo en esta mitología. Éste portador, de aspecto indefinido pero cariz siniestro, a la postre se revela como el Rey de Amarillo (o un sirviente de él) que lleva la perdición a todo el lugar y sus habitantes.


Ya dentro de los Mitos de Cthulhu, y en específico en el mencionado Ciclo de Hastur, el Rey de Amarillo es una entidad de aspecto andrajoso y rostro oculto que es una encarnación del primigenio Hastur, que ya no es un lugar ni el bondadoso dios de los pastores, sino una deidad monstruosa interestelar conocido como “Aquel Que No Debe Ser Nombrado” (según otra interpretación, el Rey de Amarillo bien podría ser uno de los casi infinitos avatares de Nyarlathotep, pues su apariencia y comportamiento recuerdan mucho al Indescriptible Gran Sacerdote, también conocido como la Cosa de la Máscara Amarilla, terrible habitante de la Meseta de Leng en las Tierras del Sueño, y quien es identificado como una de las formas de Nyarlathotep).



En True Detective, tanto Carcosa como el Rey de Amarillo no son retratados tal y como son conocidos en el mundo literario, pues más que recursos narrativos que inviten al terror, lo que hacen es crear un aura de misterio e intriga alrededor de un caso criminal de extraña naturaleza.


En efecto, quien vea True Detective esperando ver una historia con tintes sobrenaturales, temo se llevará una decepción, ya que la serie se enfoca más a lo dramático y misterioso. En ese caso, y con justa razón, podemos preguntar qué ocurre con la tan mencionada relación de la serie con la obra de Lovecraft. Pues bien, la relación, al menos desde mi muy personal análisis e interpretación, con el maestro de Providence es prácticamente imperceptible y se encuentra en el discurso de uno de los detectives (Rustin "Rust" Cohle, interpretado por Matthew McConaughey), cuyo nihilismo y discurso nos remiten a la idea del “eterno retorno de los mismo”, expuesta en la filosofía del alemán Friedrich Nietzsche.


Para sentir el horror cósmico no se necesita el confrontar nuestros sentidos a la visión de un ser tentacular de inconmensurable monstruosidad, a veces sólo basta con pensar que nuestra existencia sucede en un ciclo perpetuo, en el cual estamos irremediablemente condenados a vivir y revivir el miedo, el dolor y la obscuridad por los que ya hemos pasado, sin tener la posibilidad de eludirlo o de estar preparado para ellos, pues los experimentaremos como si fuese la primera vez.


También, aunque eso tal vez ya sea hilar demasiado fino, el lugar donde ocurre la acción de True Detective, los pantanos de Luisiana, es prácticamente el mismo escenario en el que sucede una de las partes más interesantes de La llamada de Cthulhu, relato de H. P. Lovecraft. Sin embargo, ese ambiente salvaje y primigenio, junto con el paganismo que se muestra en varios puntos de la trama, me recuerdan más al Arthur Machen de El Gran Dios Pan y La Gente Blanca.


Aunque de nuevo hay que aclarar que estos elementos no son pinceladas de horror, sino más bien sombras chinescas que ayudan a reforzar la atmosfera y las circunstancias en la que los personajes se ven envueltos a través del tiempo y el espacio. Porque ese es otro aspecto muy bien trabajado en True Detective, la cuestión del tiempo y el espacio.



Tiempo, espacio y por qué no todo es perfecto

La historia de True Detective es narrada en el pasado y el presente, los cuales se entremezclan continuamente, situación que podría llegar a ser confusa de no ser porque los creadores cuidaron de hacer patente la evolución, tanto física como mental y moral de los personajes. No obstante, aquí entra una vez más la cuestión del engaño y la mentira, pues continuamente a través de la cuarta pared, nos percatamos de que los hechos, tanto del pasado como del presente, no corresponden a la información que los detectives van revelando. Eso claro, no es culpa suya, pues al igual que nosotros, ellos no conocen toda la historia hasta que esta concluye, suponiendo que en realidad concluye y no están condenados a repetirla una y otra vez más (el eterno retorno de lo mismo).


En lo concerniente al espacio, es poco lo que se puede decir sin adelantar elementos de la trama, así que únicamente repetiré lo ya dicho, que éste, aún en las tonalidades de luz y color, es opresiva y melancólica. La geografía y el clima de Luisana son muy bien aprovechados para remarcar cada uno de los puntos ya citados con anterioridad, atendiendo la sugerencia de Lovecraft de hacer de los escenarios un elemento igual o más importante que los personajes o la trama, pues al igual que ellos puede dotársele de una vida y personalidad que lleva la narración a nuevas cuotas de asombro.


No negaré que True Detective es la mejor serie que he tenido el gusto de ver desde hace años. Su música (de la que casi me olvido), personajes, historia, etc., crean un conjunto que se desfruta enormemente. Por esto debo ser honesto y también decir que la serie no es perfecta. Tiene sus fallos y defectos, algunos más profundos que otros, como un par de aspectos no del todo explicados o resueltos al final, un clímax no tan monumental como el desarrollo parecía prometer (que algunos incluso podrían tomar como anticlimático, pero que en mi caso me pareció el más adecuado). Detalles cuestionables al gusto y manía de cada uno, pero que no vulneran la integridad de la serie como una obra muy sólida y magistralmente conducida de principio a fin y cuyas fuentes y referentes literarios resultan impagables.


En pocas palabras, una serie a la que debe darse la oportunidad de sorprendernos y de la que seguramente hablaremos de nuevo durante mucho, mucho tiempo.

13 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


EL

GABINETE

CUÁNTICO

Escritorio 1.png
Librero.png

[ALEJANDRO MORALES MARIACA]

bottom of page