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Foto del escritorAlejandro Morales Mariaca

¿Soy un escritor?

Actualizado: 5 mar 2021


Esta pregunta se puede encontrar con cierta frecuencia en foros y grupos de literatura, donde gente que comienza su trayecto en este ámbito, o que ya lleva un tiempo en él, se hace ese cuestionamiento creo yo, con completa sinceridad.


La mejor respuesta posible ante semejante pregunta viene de mi buen amigo y mejor persona, Paulo Cesar Ramírez Villaseñor, para quien escritor es la persona que escribe. Ni más ni menos. Del mismo modo que un vendedor es aquel que vende, o un corredor aquel que corre, o un prestidigitador aquel que prestidigita. Y con esto podríamos dar por cerrada la cuestión.


Sin embargo…



No es raro escuchar en el medio literario la palabra «autor», haciendo referencia al escritor, quien ya establecimos es la persona que suele escribir. ¿Se trata de sinónimos? ¿Todo escritor es autor y viceversa? ¿O hay algo que estamos dejando pasar por alto?

(...)escritor es la persona que escribe. Ni más ni menos.

Recientemente pensé en esa cuestión, y con franqueza no llegué a nada. Aunque tampoco es que le dedicara mucho, la verdad. Así que recurrí de nueva cuenta a Paulo, quien no me defraudó y me compartió la siguiente opinión, con la cual estoy por completo de acuerdo:


«Escritor es el que escribe y autor es aquel que comienza una obra y la termina».


Ah. Si bien cualquiera que domine el proceso mecánico de la escritura y lo lleve a cabo, puede considerársele escritor, para alcanzar el rango de autor se requiere de más. De una inversión tanto de tiempo como esfuerzo, cuyo resultado sea un escrito finalizado. Y ojo, que en ningún momento se ha hablado aquí todavía de publicación o autopublicación o de vender miles de copias y ganar premios y el respeto de nuestros congéneres, que luego en este medio nos quieren ganar las prisas y eso nunca, jamás, lleva a nada bueno.


Así que sigamos manteniéndolo simple por ahora, ¿vale?


Tenemos entonces que un escritor es quien escribe y un autor es quien ha finalizado su obra, quien tiene ya una creación, sea esta un relato, novela, ensayo, poesía, etc., quizá no en su forma definitiva, pues todavía puede haber cambios y correcciones, pero ya algo a lo que ha dado punto final. De la calidad de lo creado olvidémonos por ahora, aunque sin duda dependerá en gran medida del esfuerzo que haya detrás de ello, y concentrémonos en la creación como tal, la cual conlleva una serie de responsabilidades que deben ser afrontadas, especialmente si esa obra es lanzada al mundo.

Si bien cualquiera que domine el proceso mecánico de la escritura y lo lleve a cabo, puede considerársele escritor, para alcanzar el rango de autor se requiere de más.

Somos responsables de nuestras palabras, eso es cierto. Esto es doblemente cierto si esas palabras están plasmadas en papel o en un procesador de textos, pues al haberlas colocado en esa situación se puede decir que las hemos fijado, y ya no es tan sencillo echarse atrás en ese punto. Porque sí, ser autor, sobre todo uno que busca ser leído, conlleva ser valiente, además de honesto y humilde. Valiente para afrontar las malas críticas y lo ataques que se puedan recibir de ciertos sectores inconformes; honesto para aceptar los fallos y errores que las obras puedan tener y humilde para hacer las correcciones que los solucionen. Tres difíciles pruebas que tal vez no todos se encuentren preparados para sortear.


Pero son gajes del oficio que hemos elegido, así que ¿qué le vamos a hacer? Muchas gracias por darse una vuelta por aquí. Nos leemos en alguna otra ocasión.


Hasta pronto.

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[ALEJANDRO MORALES MARIACA]

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